Cómo evitar que el pasto se ponga amarillo: claves para mantenerlo verde en verano


Tener un jardín con pasto verde y parejo es el deseo de muchas personas, pero durante el verano es común que aparezcan manchas amarillas que arruinan el aspecto del pasto.

El calor intenso, errores en el riego y otros factores pueden afectar la salud del césped. Con un buen mantenimiento y algunos cuidados simples, es posible mantenerlo verde y recuperar las zonas dañadas.

Aunque se riegue con frecuencia, el césped puede amarillearse por distintas causas:

Para evitar que el pasto se ponga amarillo y ayudar a que recupere su color verde, los especialistas en jardinería del portal Ecología Verde coinciden en que es clave prestar atención a algunos cuidados básicos. Uno de los más importantes es el riego: conviene hacerlo en los horarios adecuados, como temprano por la mañana o al atardecer, cuando el sol no está tan fuerte, para que el agua se absorba mejor y no queme el césped.

También es fundamental revisar el estado del suelo, ya que en zonas muy pisadas la tierra suele compactarse y dificulta que las raíces respiren. En esos casos, remover o airear la tierra ayuda a que el pasto vuelva a crecer con más fuerza.

Por último, si el césped presenta señales de humedad excesiva o manchas causadas por hongos, se pueden aplicar antifúngicos de preparación casera, una alternativa más ecológica y menos agresiva que los productos comerciales. Esto contribuye a recuperar el aspecto saludable del jardín.

Un riego equilibrado, buena exposición al sol y un suelo aireado son claves para que el pasto se mantenga verde durante todo el verano. Con estos cuidados simples es posible olvidarse de las manchas amarillas y disfrutar de un jardín prolijo y saludable, incluso en los meses de más calor.

Fuente: www.clarin.com

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